martes, 1 de enero de 2008

BIENVENIDO, 2008!!

Siempre me ha gustado el 8. De entre todos, me quedo con él.

Quizás porque me gusta su forma (curva, nada recta...) y simétrica, como la unión de dos iguales. Porque es un número par, totalmente compensado. O porque es un notable alto, sin llegar a la perfección del excelente (y es que a mí la perfección suele aburrirme).

O quizás porque me ha acompañado en bastantes ocasiones importantes de mi vida. Desde que nací.

Además, dicen que es el número de la justicia, de la equidad, del equilibrio, el símbolo chino de la buena suerte. El número de la abundancia, de la oportunidad y de las buenas perspectivas... El infinito vertical...
Pero yo eso no lo sabía cuando me empezó a gustar.

Quizás por eso me transmita tan buenas vibraciones este año... Porque es el 2008.
O simplemente porque cada uno conoce su ciclo, y yo creo que ya es hora de que mi rueda dé la vuelta...

Sea como sea, he decidido empezar el año visitando al mar. Así que mi Saxo y yo nos hemos dirigido rumbo a la Barceloneta y, previo pago de su guardería al aire libre - ni los festivos se puede aparcar gratis ya en la calle!!- me he puesto a pasear por la playa bajo un sol espectacular. Y me he tumbado sin toalla, necesitaba el contacto con la arena, y he cerrado los ojos para escuchar mejor las olas. Y he seguido paseando, y he visitado unos puestos hippies, y he vuelto a pasear. Y me he sentido feliz, completa. Con mi gorra blanca de punto y mis gafas de sol enormes... Parecía que me escondiera de algo... Todo lo contrario. Me hubiera puesto a gritar, a correr... Pero me he limitado a respirar hondo, y a sonreirme.
Me he sentido libre, con mil opciones por delante, atada sólo a mí misma, a una chica que últimamente se parece más a mí, y con la que me siento tremendamente a gusto.

Esta mañana hubiera podido ser diferente, pero no mejor. Y es que en mi caso no se trata de lo que hago, sino de cómo me siento. Eso lo aprendí ya hace tiempo. Y sí, me siento bien, ya desde hace un par de meses, me siento BIEN. Por nada, y por todo. Porque he aprendido a apartar pensamientos a tanta velocidad que consigo –a veces- evitar que se desarrollen. Porque –a veces- no quiero pensar tanto.

Y es que el año pasado, a pesar de lo que hice, a pesar de los momentos, de los viajes... El día a día no me cuidó demasiado, a pesar también de las mil sonrisas. Pero es que siempre me ha resultado fácil sonreír...

Esta mañana de uno de enero ha sido una muestra de lo que puede ser...

Sentir, sentir en positivo. Amar a la vida, tomar conciencia del paso del tiempo y creer que jugará a tu favor, sentirte fuerte, sentir que puedes... Sentir el sol, la brisa, el agua, el placer de la soledad... Sentir que quizás, sólo quizás, puedo influir en mi estado de ánimo, controlarlo –un poquito siquiera-, y no sentirme a merced de la luna, de las mareas, de la ansiedad, de elementos externos a mí... Creer que yo también puedo decidir –un poquito, insisto- en cómo me siento. Con creerlo me basta. Dicen también que la Fe mueve montañas.

FELIZ 2008!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

desde la caverna he llegado aquí. Su ciruela me lo dijo, y así ha sido, me he sentido identificada con ésto.

Llegamos a este nuevo año maduradas al sol, es hora de que nos recojan.

Un saludo y feliz 2008

Adela dijo...

Y el sol curte... Pero también pone morena... Y así estamos más guapas!!! ;-) Feliz 2008 para tí también!

José Manuel Díez dijo...

Conozco la bendita sensación de tirarme en la Barceloneta sin toalla...

Feliz 2008 Delita!!